lunes, 24 de septiembre de 2012

Paco


Francisco Rodríguez, el alcalde de Ourense, es un hombre honesto y compasivo. Tengo suficientes datos para afirmarlo, con independencia del resultado final del abrupto proceso judicial en el que está inmerso desde hace apenas 4 días. Un proceso que, en todo caso, sólo juzga de forma aislada circunstancias concretas en las que de forma colateral se ha visto implicado. En ellas puede haber o no errores de Paco, malentendidos o consecuencias inesperadas de su forma cercana y confiada de relacionarse con los demás.

Pero, Paco, repito, es honesto y compasivo cada día. Todos los días. Por eso estoy convencido de que las acusaciones de prevaricación y cohecho son falsas de toda falsedad. Estas no son palabras que conjugan con el nombre de Paco.

Para él las personas existen, tienen cara, nombre y apellidos. No son votos: son alegría, tristeza, vecindad, hijos, padres, ideas, ilusiones, dificultades, problemas... Historias de gente corriente con las que siempre se siente implicado. Y por las que tantas  veces se conmueve. Paco es de los que escuchan sin importarle el tiempo. Y de los que siempre piensan en cómo ayudar al prójimo. No es de los que te cuelan un discurso, una promesa... y luego se van.  Por eso la gente en Ourense le quiere y le respeta. Por su cercanía desinteresada y su humanidad.  

No es, por tanto, un político al uso. Quizás, por eso mismo, alguien ha intentado quitarlo de en medio por caminos diferentes a los habituales: los de la limpia confrontación democrática. Nada de lo ocurrido parece proporcionado. O simplemente normal. Los 8 meses de intervención de su móvil, el operativo judicial en vísperas de la campaña electoral, su rocambolesca detención, el prolongado confinamiento al límite de la legalidad para erosionar al máximo su imagen…


Es posible que todo se deba a la mala suerte o al fundamentalismo enfermizo de una juez de Lugo. O no. Pero estoy seguro que la intención de cobrar su pieza está en la mente de algunos. Y ahora lo tienen a tiro. Para confirmarlo sólo hay que escuchar las premonitorias declaraciones de Feijóo del viernes.

En todo caso, no nos engañemos, su permanencia o no en el cargo de alcalde no va a depender de su imputación, sino de la coyuntura electoral y los "equilibrios políticos" que rodean el caso. O sea en la vieja costumbre que algunos tienen de aprovechar el momento en el que el Pisuerga pasa por Valladolid. 

Pero, por encima de otras elucubraciones en esta tarde de domingo, yo creo en el buen sentido de Paco. Y en que sus próximos pasos no estarán guiados por el mero interés personal, sino por su sentido de la justicia. Y por lo que considere más conveniente para Ourense y para su partido. Estoy seguro de que será sincero y razonable. Como lo ha sido siempre.

Así que haga lo que haga, ocurra lo que ocurra, se haya equivocado o no en las circunstancias por las que le están juzgando, creo que las personas no se valoran sólo por hechos aislados, sino por el conjunto de sus actos. Por eso, desde ya, afirmo de nuevo que, para mí, Paco es absolutamente inocente de cualquier acusación de codicia o corrupción. 

Por supuesto que está afirmación es subjetiva, claro está. Pero, con los años, he conocido muchas personas, he escrutado muchas miradas, he escuchado muchas historias… y estoy seguro de no equivocarme en esta ocasión.

Paco, el alcalde de Ourense, es un hombre honesto y compasivo. Necesario por tanto en estos tiempos difíciles. Sirva esta declaración subjetiva y personal de apoyo para expresar el deseo de que su propuesta política y, sobre todo, su persona se recuperen lo antes posible de este lamentable, imprevisible y extraño accidente de su vida. Ni Ourense ni Paco se merecían esto. 


martes, 18 de septiembre de 2012

Santiago Carrillo: "Como tú",

Murió Santiago Carrillo, parte ya de la historia de España. Generoso, valiente, inteligente, razonable y honesto. Una vida apasionante y apasionada. Un político, de los que apenas quedan, capaz de renunciar, de pactar, de lo que fuera necesario para vivir en paz, progreso y justicia social. Todo un referente para los que transitamos por la Transición y en algun momento creimos en un mundo nuevo y mejor. También para los que pasamos de la utopía a la decepción y aprendimos mucho en ese viaje de la condición humana. De sus alturas y de sus simas. Carrillo no fue nunca un demagogo ni un politico minúsculo como los que ahora pueblan los periódicos y las televisiones, diciendo babosadas huecas. Él siempre intentó analizar el entorno coyuntural con el metodo marxista que aprendió desde joven y tan útil sigue siendo para leer la política desde el afán de progreso. Desde una izquierda moderna, que él tan bien representó hasta el último día de su larga y fecunda vida. ¡Qué descanse en la paz por la que tanto luchó!

Un pequeño homenaje personal en forma de vieja pegatina que un amigo que comparte conmigo la admiración por Carrillo, me ha enviado. Firmada por él mismo, en la campaña electoral de 1977 (las primeras elecciones democráticas en España despues de la dictadura). Campaña que en Galicia compartió con Santiago Álvarez, otro comunista histórico y sabio.


No debe ser casualidad que tal día como hoy, hace 44 años, dejara este mundo otro protagonista de los años de plomo, el poeta León Felipe. También aventurero y republicano hasta su muerte. De él es el poema que reproduzco en parte y que ahora me recuerda la esencia de Santiago Carrillo y su peripecia vital: 

"Como tú"
Así es mi vida,
piedra,
como tú. 

piedra ligera;
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú.




Buenas noches, Don Santiago.