miércoles, 23 de julio de 2014

Irán, un país distinto

Irán, la tierra de los arios, el Golestán de los poetas, es hoy un estado que vive bajo la adusta e inclemente mirada de los ayatollas...


Un país que esconde la alegría, constitucionalmente prohibida, pero que brota espontanea e ingenua en las casas, en las reuniones de amigas en los parques, en el amor escondido entre los setos...


Una nación religiosa, ahora sometida al poder de los clérigos...

Y al tiempo, llena de futuro con todos los niños escolarizados y una mayoria de mujeres en la Universidad. En Irán sin duda alguna, las reformas llegaran, más temprano que tarde de la mano de las mujeres: práctica, sensible, generosa...

Con una estética distinta a la nuestra, en la que los detalles tienen el valor del que los conoce, aprecia y disfruta... Como siempre ha sido la rebelión silenciosa de la cultura y la personalidad propia, imposibles de someter por muy fuerte que sea el opresor.

martes, 22 de julio de 2014

Isfahan, la perla de Irán

Con su inmensa plaza, la segunda mas grande del mundo después de Tian´anmen, un lugar en el que la luz cambia, reina y juega con las cúpulas y edificios que la circundan, mostrando diferentes escenarios -todos relajantes y serenos- a las distintas horas del día, cuando aparece la lluvia, cuando el sol despierta, cuando la noche la inunda... Un lugar para pasar el tiempo, sin que la vista se canse.


Visitando despacio la pequeña mezquita de Masjed-e Sheikh Loftolla que, a inicios del siglo XVII, ordenó construir Sha Abbas I  para colmar a su corte con mosaicos, con cúpulas en la que la luz señala la cola del pavo real, con celosías en piedra de una lujuriosa belleza...


Entrando después al inmenso patio de la Mezquita del Imán, otro prodigio arquitectónico mundial, dónde de vez en cuando se encuentra una flor.


Para acabar la mañana, fuera ya de la plaza, en la Mezquita del Viernes, en las aladas cúpulas tan antiguas como nuestro románico más antiguo. Cúpulas que volaban mientras en Occidente apenas comenzaban a elevarse del suelo.


Las flores, la musica y los poetas: señas de identidad de un pueblo milenario



En Shiraz, la ciudad de las flores: vistosos y elegantes son los mosaicos de las escuelas y las mezquitas...


Y los recuerdos de la música en el esplendor de los safávidas, periodo del siglo XVII en el que el refinado lujo asiatico alcanza en Irán su máxima expresión, reflejada en los extraordinarios murales del Palacio Chehel Sotum de Isfahan. en el que la realeza recibía a los embajadores de las potencias del mundo bajo las 20 columnas revestidas de espejos y metales preciosos...


O en la sala de música del harem, en el Palacio de residencia de los reyes safávidas, dónde las esposas escuchaban al atardecer a los músicos con el sonido adaptándose a las paredes y a las cúpulas de la estancia, para alcanzar la excelencia y deleitarse mientras observaban por las ventanas ponerse el sol en la Gran Plaza del Imán de Isfahan.


Leyendo después, en las frescas noches de Shiraz, junto a sus frecuentadas tumbas, los poemas de Saadi y Hafez, los grandes poetas iraníes. Allí, recostados en las columnas y los mausoleos jóvenes iraníes recitan sus versos en voz baja o charlan placenteramente entre ellos o con los pocos extranjeros que pasan por Irán. Sin que el tiempo limite la conversación tranquila y placentera.

miércoles, 16 de julio de 2014

La historia: Persépolis.

La puerta de la ciudad, los gigantescos leones alados...


Persepolis: la joya del gran Dario, la maravilla de la humanidad que destruyó Alejandro Magno en una noche de fuego y furia.


El árbol de la vida...




Las ofrendas de las primeras naciones de la historia llegando con sus embajadores al alto trono de Darío el grande.



Enterrado como uno de los grandes emperadores de la historia antigua, a lomos de su caballo, en un impresionante paraje cercano a Persépolis.

martes, 15 de julio de 2014

Los detalles, las sorpresas... del viaje.

El dinero a la llegada. Con 50 euros, al cambio, pareces un millonario... de riales, por supuesto

En los hoteles o en el lugar dónde te alojes siempre encontrarás la flecha que indica la dirección de La Meca para situarse bien en los 3 rezos del dia (para los chiies, sólo 3).

También es distinto el mirahb de los chiitas, siempre con un espacio bajo el nivel del suelo, donde se sitúa el que dirige la oración.


En Irán también existe una Organización Colegiada de los Médicos como la nuestra, con sede en el centro de Teherán.


Por algo fue en Irán donde la Medicina, tal como la conocemos hoy, dio los primeros pasos (las primeras autopsias se hicieron en Irán). En Isfahan aún se conserva el espacio en el que, en la madrassa, tenía Avicenas su consulta, allá por el siglo X.

lunes, 14 de julio de 2014

El comercio en Irán

Igual que siempre, con su centro en los inmensos bazares con sus centenarias cúpulas, dónde todo se puede encontrar...

Desde el khol para remarcar los ojos...

Hasta gayumbos y sostenes no demasiado fashions...

O las últimas novedades en la moda del chador...

O las típicas flores secas para perfumar. Flores y perfumes: la milenaria tradición persa...

 O los curries multicolores...

Irán: "una grande belleza"


No todo es negro en Irán. Cuando el color aparece lo hace con elegancia. También hay clase alta que luce sus modelos en los estrechos margenes diferenciales que el regimen permite.


Las mujeres son la clave en Irán... La complicidad que muestran entre ellas, sus pequeñas conquistas cotidianas que poco a poco consiguen consolidar... Con ellas llegará la libertad.


Los ojos, los rasgos de la cara... son suficientes para sentirse atractivas. Para ser la luz y el color de un Irán oscuro, pero cada vez menos "Negro sobre negro".


Y es que por muy negro que sea el atuendo, su mirada es suficientemente luminosa como para quedarse un rato ocupado con ella. 

Aunque muchas tengan que operarse la nariz para "reparar" la típica convexidad nasal de los persas. Es una costumbre más del país de los arios, al parecer secular. Sus cirujanos son expertos mundiales en este tipo de intervención.

viernes, 16 de mayo de 2014

Irán

"Todo lo que se hace con precipitación termina fácilmente en derroche" (Saadi; 1257)

Irán, el pais de los arios, es una casa oscura en la que se pueden ver colores por el ojo de la cerradura. Un Estado empapelado con las figuras de los ajatollahs Jomeini y Jameini observándote en cada calle, plaza, hotel... Con todas las mujeres tocadas con velo, guardando las indicaciones que sobre el vestido dicta la constitución de la República Islámica. Un mundo sin marcas comerciales internacionales, sin apenas turistas, sin alcohol en ningún sitio, con fotos de mártires de la guerra en vez de anuncios comerciales... Todo lo contrario, para bien y para mal, de un "no lugar" de esos por los que tanto pasamos anestesiados, viendo siempre lo mismo, aunque los paralelos y los meridianos por donde transitemos sean muy distantes.
Un viaje complejo, el de Irán, contradictorio, de claves distintas a cualquier otro destino. Pero que sólo con la milenaria Persépolis ya merece la pena. Subir la escalera del mundo antiguo, siguiendo en sus excelsos bajorelieves a las delegaciones embajadoras de las primeras naciones de la tierra (medos, asirios, babilonios, árabes, indios, egipcios...) que llegaban, con sus presentes más lujosos, al elevado trono del gran Dario I -flanqueado por enormes leones alados- para rendírle pleitesía..., ya justifica cualquier quilometrada anterior. Y pasear por la gran plaza de Isfahan, dejando pasar las horas y las luces en los mosaicos de las cúpulas de sus palacios y mezquitas..., bien vale 13 días sin probar una cerveza.


En los tiempos del Sha, la sociedad iraní era dual: grandes masas de población pobres y religiosas, que sólo en los mullahs encontraban consuelo y esperanza, y un reducido núcleo de ricos muy ricos ocupando lujosas mansiones, con hijos doctorados en universidades europeas y mujeres vestidas de alta costura, luciendo sin recato las joyas más ostentosas del mundo. Un polvorín que explotó y arrojó a casi 10 millones de iraníes al exilio.
Todo ha cambiado desde la Revolución de 1975, bajo la mano de hierro de los clérigos. La clase media ha crecido y es cada vez más influyente. Todos los niños y los jóvenes están ahora escolarizados. Y hay mayoría femenina en la Universidad. La iraní es hoy una sociedad demasiado uniforme y aburrida para el gusto de Occidente, pero -a diferencia de la mayoría de los países del entorno- está deseosa por adquirir conocimiento, educación, cultura... Irán no es tan creyente como les gustaría a los ayatollahs: apenas un 30% de la población es practicante. Hablamos de un pueblo orgulloso de su historia, más pacífico que guerrero, más moderado que radical... Con suficiente espíritu reformista en sus calles y en sus jóvenes para que, más temprano que tarde, llegue la libertad de la que carecen. Espero que, esta vez, sin destructivas e interesadas tutelas externas.
En el milenario Golestán -el país de las rosas- hubo tiempos en los que, mientras el silencio medieval reinaba en Europa, las artes y las ciencias proliferaban y el "aprendizaje islámico" incluía entonces la filosofía, la literatura, la medicina, la arquitectura, la jurisprudencia... En aquel esplendor persa se hicieron las primeras autopsias del mundo, Avicenas mantuvo abierta durante años su consulta en la gran mezquita de Isfahan y las bóvedas y las cúpulas, que apenas apuntaban en Occidente, ya rozaban el cielo en Irán.
Los persas de hoy son gente afable, educada y sensible. Amantes de los jardines, las flores y los santuarios de los poetas. Todos los niños conocen los versos de Hafez, Saadi o Firdusi. Es una delicia pasear en las estrelladas noches de Shiraz, por la frescura de los jardines que rodean los santuarios de los dos primeros, con chicos y chicas sentados junto a sus tumbas, leyendo un libro, buscando la complicidad del extranjero e intentando mejorar su inglés conversando con él. En cualquiera de sus milenarias ciudades es fácil encontrar familias, sentadas en los verdes parques, compartiendo comida con sobremesas interminables entre taza y taza de té. Sin prisa. Nunca hay prisa en Irán.
En Irán las miradas se cruzan con frecuencia. Y se sostienen con elegancia. Las mujeres han generado un tesoro en el único terreno en el que pueden hacerlo: el rostro. Lo cuidan con detalle, los ojos se hacen enormes con el rimel, los labios se perfilan, las cejas se destacan, la nariz se opera para adquirir el tamaño justo... Su particular moda de alta costura. De ese resquicio de libertad surge una estética refinada.
Como refinado es en Irán el culto a la amistad. La amistad es sagrada. Los amigos son una parte esencial de la familia, entendida con un sentido más amplio que en otros lugares del mundo. Por eso muchos hombres exiliados -las mujeres menos, por razones obvias- están volviendo al país, jubilados y deseosos de pasar los últimos años de vida, disfrutando de sus costumbres, su comida y de la compañía de la gente amada a la que un día decidieron dejar a su suerte.
Irán: machista, dictatorial, místico y anticuado, incomprensible a veces, contradictorio siempre, pero distinto y lleno de matices que aparecen y sorprenden si se observa con la serenidad necesaria y la falta de prejuicios que un buen viajero debe tener. En todo caso, un lugar con más futuro que presente, donde la alegría que hoy solo vive libre en el interior de las casas, aparecerá pronto en las plazas, en las calles, en los inmensos bazares, en las populares casas de té... Un pueblo que lee es ya, de algún modo, un pueblo libre. Al que Hafed, otro de sus grandes poetas, consuela cada día en sus versos más preclaros: "No te aflijas si el camino es amargo y el final invisible. No hay camino que no conduzca a una meta"

martes, 25 de marzo de 2014

MANIFIESTO 22M

NO AL PAGO DE LA DEUDA
NI UN RECORTE MÁS
FUERA LOS GOBIERNOS DE LA TROIKA
PAN, TRABAJO Y TECHO PARA TODOS Y TODAS
En 2014 nos encontramos ante una situación extremadamente difícil, una situación límite, de emergencia social, que nos convoca a dar una respuesta colectiva y masiva de la clase trabajadora, la ciudadanía y los pueblos.
Millones de trabajadores y trabajadoras se encuentran sin empleo. Tener unas manos para trabajar; tener una carrera terminada; disponer de tu capacidad tanto manual como intelectual y no encontrar un trabajo digno es humillante. Se está desperdiciando el talento colectivo de una sociedad, hipotecando indefinidamente su futuro. Los trabajadores y trabajadoras no se merecen este atropello a nuestra dignidad colectiva.
Cientos de miles de familias han perdido su casa. No hay nada más inhumano que desalojar a una familia de su hogar, solo para alimentar la voracidad insaciable de unos banqueros sin escrúpulos. Banqueros a los que los estados siervos de la Troika alimentan a costa de empobrecer aún más a la clase trabajadora y a las personas más indefensas.

Mientras, la patronal, aprovechando el drama del paro masivo, aprieta las tuercas a la baja de los salarios y de las condiciones de trabajo a las personas que aún tienen un empleo. Trabajadores y trabajadoras que, ante la difícil situación, no pueden ni siquiera cuestionar su papel de meros explotados/as por el capital. El sistema intenta obligarnos a mostrar agradecimiento a los empresarios, convertidos por el sistema en benefactores de la sociedad. Es hora de repartir el trabajo y la riqueza, y que las personas trabajadoras puedan sentirse dueñas de su futuro.
Nuestra juventud no tiene posibilidad de forjar un proyecto de vida digno con las actuales políticas y  se ve abocada a buscarse la vida en el extranjero como antes hicieron nuestros padres y abuelos.
Decimos no a un sistema patriarcal que nos arrastra a épocas del pasado, quitándonos el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, negándonos la capacidad para decidir sobre si queremos o no ser madres, provocando la vuelta a los hogares para dedicarnos a la crianza.
Estamos sufriendo las políticas ejecutadas por el gobierno del PP al dictado de la Troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Comisión Europea), consistentes en el robo de derechos y el empobrecimiento generalizado de la mayoría social. Estas políticas que se fundamentan en el pago de una Deuda ilegítima que no han contraído los ciudadanos y ciudadanas, son producto de la especulación bancaria y los excesos de los distintos gobiernos.
Privatizan lo rentable mientras nos recortan el presupuesto en salud, educación, dependencia, transportes públicos, agua, energía, comunicaciones, servicios sociales, etc.., lo que redunda negativamente en nuestros derechos ciudadanos. Se ríen de nuestros mayores que sufren una enorme pérdida de su poder adquisitivo, mientras ven como sus ahorros de toda la vida están secuestrados por la estafa bancaria de las preferentes y otros productos financieros delictivos.
El gobierno del PSOE, con el apoyo del PP, modificó el artículo 135 de la Constitución para que se priorice el pago de la deuda frente a los derechos y necesidades de las personas. Lo justificaron diciendo que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades y que había que ser austeros y, por tanto, era imperativo recortar el déficit. Sin embargo, no ha habido ningún recorte a la hora de inyectar decenas de miles de millones de euros para salvar a los bancos y especuladores.
Están aprovechando la crisis para recortar derechos. Estas políticas de recortes están causando sufrimiento, pobreza, hambre e incluso muertes y todo para que la banca y los poderes económicos sigan teniendo grandes beneficios a costa de nuestras vidas.
Porque nos han robado la libertad.  Al capitalismo le sobran las libertades y los derechos de la mayoría social. Es un sistema que busca exclusivamente el beneficio privado de unos pocos y que nos lleva inexorablemente a una catástrofe medioambiental y social de alcance incalculable.
Para la mayoría social esta crisis-estafa está significando un gigantesco drama humano. Sin embargo, para una insignificante minoría supone un gran negocio. Y cuando se protesta, siempre obtenemos la misma respuesta: la represión y criminalización del sindicalismo de clase y de los movimientos sociales. Es un sistema que necesita la represión para mantenerse y que debe ser superado con la lucha en la calle.
La descomposición del régimen surgido de la Constitución del 78 se hace evidente debido a los mismos elementos presentes en su nacimiento, el cual tuvo lugar en contra del pueblo, está corroído por la corrupción y no tiene ninguna legitimidad. Los derechos y libertades nos han sido robados para favorecer los intereses de una minoría y asegurar sus beneficios, los mismos que nos han llevado a este estado de excepción social, a base de desmantelar la educación y la sanidad públicas, de reducir drásticamente las pensiones de nuestros mayores, de apoderarse de nuestras  viviendas y de cerrar empresas, y despedir a miles de trabajadoras y trabajadores.
Los distintos Gobiernos se sitúan fuera de la legalidad, convierten en negocio los derechos que tanto costaron conquistar y sustentan la corrupción, un hecho generalizado pero no independiente del sistema económico, que forma parte de la estructura misma de esta sociedad y es indispensable para su desarrollo. Tanto los corruptores como los que se dejan corromper forman parte de este sistema injusto de producción y distribución de la riqueza.
Llamamos a los pueblos a que ejerzan su soberanía, alzando su voz de abajo arriba, democráticamente, para construir un proceso constituyente que garantice realmente las libertades democráticas, el derecho a decidir y los derechos fundamentales de las personas.
Desde la MARCHA DE LA DIGNIDAD 22M, consideramos que es importante articular una movilización unitaria, masiva y contundente contra las políticas que atentan contra los derechos humanos y la justicia social.
Una movilización contra el pago de la deuda, por el empleo digno, por la renta básica, por los derechos sociales, por las libertades democráticas, contra los recortes, la represión y la corrupción, por una sociedad de hombres y mujeres libres, una movilización contra un sistema, un régimen y unos gobiernos que nos agreden y no nos representan.
Exigimos, por tanto, que se vayan. Que se vaya el Gobierno del PP y, también, todos los gobiernos que recortan derechos sociales básicos, todos los gobiernos que colaboran con las políticas de la Troika.
Por eso hacemos un llamamiento a llenar de dignidad y rebeldía la capital del Estado español, Madrid, el 22 de Marzo. Ese día llegaremos columnas de todas las latitudes de la Península a Madrid y convocamos a los madrileños y madrileñas a salir a la calle e incorporarse a esa gran movilización de la mayoría social.
Nada que añadir por mi parte. Los incidentes violentos nada tienen que ver con el contenido de este manifiesto, aunque los de siempre los utilicen para desvirtuar su contenido, desmovilizarnos a todos y promover el silencio de los corderos en el que vivimos.
PAN, TRABAJO Y TECHO
A LA CALLE!!, QUE YA ES HORA

lunes, 10 de marzo de 2014

Madrid: 11M. El recuerdo de esos días en un artículo publicado en La Región hace casi 10 años.



Desde la perspectiva que da el paso de apenas unas semanas, parece claro que no se ha valorado suficiente la respuesta del pueblo madrileño a la masacre del 11M. Es de justicia recordar por mucho tiempo su ejemplo de valor, dignidad y sobre todo, su inequívoca apuesta por la paz. 
El golpe fue terrible, inesperado, seco, cruel, intolerable. Como para tumbar al más valiente. Pero Madrid se levantó en el acto, arrancó sus heridos y sus muertos de los retorcidos hierros de la muerte y continuó el camino de todos los días. En los barrios afectados, los ciudadanos con el corazón sobrecogido cubrieron con mantas los cadáveres. La policía, el personal sanitario, los taxistas, el ayuntamiento, los bomberos... demostraron un nivel de rapidez, entrega y eficacia superiores a lo humanamente esperable. Todo se hizo sin aspavientos, sin alharacas. En un solemne silencio como el único signo del tremendo dolor que sentía una ciudad habitualmente bulliciosa. En el orden emocionante de las colas de donantes de sangre. Nada como ellas para llegar a las entrañas de los asesinos, si es que las tienen, y condenarles a una muerte en vida hasta el fin de los siglos. No hubo gestos de histeria. Las televisiones de todo el mundo fueron testigos de familias destrozadas por el brutal zarpazo de la nueva bestia que alejaban de las cámaras sus lágrimas en un duelo íntimo, pudoroso y contenido. 
¡Madrid, que bien soportas los bombardeos…!, cantaban los milicianos que defendían la capital frente al asedio franquista. Madrid siempre fue una ciudad fuerte, generosa, resistente, desde aquel 2 de Mayo de 1808 en el que con su fiera rebelión frente a los invasores franceses, se ganó la fama de indomable. 
Los de provincias, como dicen los madrileños, la sentimos a veces orgullosa, dura, insolente, hasta prepotente. Pero también abierta, acogedora, un lugar en el que nadie es forastero, al que llegan cada día gentes del norte, del sur, de América, de África... para forjar una urbe mestiza, vitalista, compleja, alegre y divertida como pocas. Una metrópoli ecléctica, personal y a la vez abierta a la modernidad. Con las raíces, visibles y diversas, a flor del suelo: una gran villa o una villa grande, como prefieran. 
Hubiera sido normal después de la horrible tragedia, que la paranoia, el pánico, la xenofobia se infiltraran en el alma de los madrileños. Nada más comprensible que el odio tras la matanza. Sin embargo no fue así en ningún momento. En ello, sobre todo, estriba la grandeza de la respuesta de Madrid a la barbarie. Siguió siendo la misma desde el segundo después del atentado. No asomó la venganza. Nadie cambio el paso. Los trenes donde pisó la muerte escondida en bolsas azules, se llenaron al día siguiente de trabajadores, de estudiantes. De gentes que ni perdonan ni olvidan, pero no miran al marroquí que se encuentran con resentimiento. De gentes que con los asesinos aún sueltos y las heridas abiertas, siguen adelante sin miedo. Sabiendo que esa es la mejor respuesta al terror. 
Alguien dijo estos días, equivocándose como de costumbre, que estamos en guerra y debemos prepararnos desde la guerra para responder al reto terrorista islámico. Madrid, y toda España con ella, han contestado enarbolando la bandera de la paz. Sólo con ella estaremos seguros. Sólo desde la paz este siglo en el que, como dice Kofi Anan, hemos entrado “bajo puertas de fuego”, puede tener un futuro de justicia, concordia y progreso. Madrid tiene que ser el comienzo. De momento, la Constitución Europea va a ser firmada en la capital española como homenaje a las victimas. En su recuerdo todos debemos ser, por mucho tiempo, madrileños.  

lunes, 3 de febrero de 2014

Comulgar con ruedas de molino

Primera rueda: 
Hace unos días escuché en la radio a Inaki Oyarzabal, uno de los actuales líderes del PP vasco, lamentarse de la incomprensión de "algunos" a las políticas de su partido relacionadas con ETA y su entorno. "Nosotros estamos haciendo lo que siempre hemos hecho". "No somos el PSOE que con la apertura de negociaciones retrasó la derrota de la banda". Esa es la tesis a colocar como una verdad en sí misma. Una lástima que un tipo como Oyarzabal que parecía razonable y colaboró desde la moderación política con el gobierno de Pachi López en la causa común del fin de la violencia en Euskadi, no haga un análisis mínimamente equilibrado de la historia reciente. Se puede discrepar con la decisión de ZP, llevada al Parlamento del estado, consistente en aprovechar el declive de ETA para a través de la negociación (que por cierto habían intentado todos los presidentes hasta entonces, incluido Aznar) acelerar el final del terrorismo. Pero es innegable que la ruptura del proceso por ETA en la T4, al descubrir que ningún objetivo político iba a serle concedido, dejó claro a la izquierda abertzale y a gran parte del segmento de la población que concuerda con el proyecto independentista, que la banda terrorista era ya una rémora para ellos. Aquel fue ya el final de la violencia. Acelerado -que no retrasado, Sr. Oyarzabal- en su vertiente política por el fracaso del denostado proceso negociador -achacable en exclusiva a ETA; ¡cuanto se habrán arrepentido los terroristas visto el resultado real del atentado en Barajas-. Sobre la base, por supuesto, de la actividad policial y la dinámica de consenso y lealtad que los dos grandes partidos estatales y el PNV mantuvieron desde aquel momento. 
Y, en todo caso, cómo puede extrañarse el PP de la airada reacción de sectores que en su momento excitó y aprovechó para erosionar irresponsablemente a ZP y Rubalcaba, ministro del Interior a la sazón. Acaso no recuerda las ignominiosas palabras de un tal Rajoy en el Parlamento, acusando al gobierno socialista de traicionar a los muertos y de vender Navarra a los terroristas. Todo por un puñado de votos. ¡Quién siembra vientos, recoge tempestades! A las decisiones judiciales sobre De Juana Chaos, han seguido las de Bolinaga y la caída de la doctrina Parot. Es así la democracia. Esa es nuestra superioridad moral ante los asesinos.
Pero lo principal es que hoy, como dijo otro buen vasco - Ramón Jauregui-, "puede decirse que en los años duros nunca imaginamos un final tan limpio, tan claro y tan rotundo de ETA. Sin conseguir nada". Y eso está en el haber de todos los demócratas. De la gente de Euskadi, de "Basta ya", de Rajoy, de su ministro del Interior, de Oyarzabal, de Quiroga, de Basogoiti... Pero también, y de forma muy destacada, de Pachi López, de ZP, de Rubalcaba y de Eguiguren. Muy poco mérito en la victoria sobre ETA tienen en cambio Jiménez Losantos, Mayor Oreja, María San Gil y la caverna de la TDT. Acabemos el tema con la generosidad de la ley, con un relato justo y no sesgado y con la tesis de ETA como una organización desnortada y asesina cuyo funesto avatar sólo ha producido dolor y NADA ha conseguido. Toda la consideración para las victimas de ETA, igual que para las de la dictadura franquista que siguió a la guerra civil. Ni más ni menos. Y lo que haya que escuchar de ellas, habrá que escucharlo con respeto. Sin más.


Segunda rueda:

"El anterior gobierno dejó el país en la ruina y nosotros ya casi lo hemos levantado". Mensaje sencillo y rotundo que, reiteradamente colocado, se convierte en un lugar común. Mentira. La mejora en los datos macroeconómicos poco ha tenido que ver con la acción del actual gobierno. Ha llegado de factores externos, como ha llegado a Grecia, Italia, Portugal... Rajoy está haciendo una política económica en términos generales similar a la de ZP, siguiendo los dictados de la troika y del poder financiero global: subida indiscriminada de impuestos, reducción de gasto en pensiones y salarios del funcionariado, reformas laborales para disminuir los costes laborales, reducción del déficit como objetivo básico... Ninguno de los dos han propuesto nada distinto a ello ni han entrado a reformar y adelgazar las estructurales político- administrativas prescindibles. Los resultados macro en uno u otro momento son, por tanto, fruto de la coyuntura internacional. Ninguna medalla que colgarse. Ni para ZP ni para Rajoy. Diferencias las ha habido, pero no sustanciales: Matices importantes sin duda, pero sólo matices. Mayor sensibilidad con el estado del bienestar y la protección social por parte del PSOE y focalización del PP en la reforma bancaria (con rescate incluido tras la gestión de la caída de su Bankia; por cierto, algún experto de la UE dijo que "peor no se pudo hacer"). La cuestión es que la desigualdad ha aumentado vertiginosamente con los dos gobiernos. La sociedad española camina vertiginosamente hacia una dualidad insoportable. Los banqueros y las élites financieras han ganado con la crisis y las demás estamos perdiendo cada día más. O sea, señor Rajoy, ya puede ir quitándose la medalla de latón que se ha puesto y dejando de colocar argumentarios para ovejas indocumentadas y adheridos inquebrantables.
En cualquier caso, si todo esto no cuela, siempre le quedará Cataluña para intentar ganar las próximas elecciones. Haciendo, si puede volver a conseguirlo, comulgar a unos cuantos con ruedas de molino. Y de paso seguir silenciando sus sobresueldos en A y en B y la financiación irregular e ilegitima de su partido -de la cual él es ahora el máximo responsable político-. Aunque ya se que no se puede hablar. Ruedas de molino para tragar.

sábado, 18 de enero de 2014

Más cine, por favor


"Nymphomaniac Vol 1" de Lars Von Trier. Para un incondicional de Lars como yo, sólo cabe calificarla de acto fallido y esperar, con escaso convencimiento, que el Volumen 2 justifique al menos en parte, el bodrio de su primera parte. Es incomprensible la propuesta del director, lo que pretende, lo que quiere transmitir. No es absoluto transgresora, es aburrida. No emociona ni conmueve. Sólo desazona por la perdida de tiempo en caminos sin rumbo. No es una aproximación a la ninifomanía, a las razones o a las sensaciones que llevan a una joven a follar con 10 hombres distintos cada día. Por momentos parece más bien un psicoanálisis (el padre bueno y desdichado, la madre fría y mala...) que se revuelve en la invencible soledad y en la incapacidad para amar y ser amado. Jugando gratuitamente con referencias "culturetas" y analogías imposibles que asocian el sexo y la seducción con la música de Bach, la pesca con mosca, Edgar Allan Poe o los números cabalísticos. El marco narrativo en el que encuadra el relato de la vida de la protagonista no puede ser más simple: una cama como diván psicoanalítico en el que la ninfómana reposa  mientras cuenta su avatar a un anciano sabio y comprensivo. Poco original para un artista rompedor como Lars. Un 3 sólo por escenas aisladas en las que la aparece la despiadada sátira de un director genial que se ha pasado de rosca esta vez.


"Inside Llewyn Davis" de Joel y Ethan Coen. Sencilla, inteligente y tierna. Con el sello de los geniales hermanos en la textura de las imágenes, en el humor ácido de los diálogos y las situaciones, en la manera de acercarse a sus personajes mezclando la intemperie exterior con la fortaleza moral como escudo invencible. En este caso sobre la figura de un joven perdedor que sabe perder con deportividad, quizás por la fuerza de la costumbre. Un cantautor coetáneo del gran Dylan, solitario como un gorrión que no le vende al alpiste su canción por muy desesperadas que se pongan las cosas. Rodeado por una depurada atmósfera del Village neoyorkino de los 60 en un interminable y crudo invierno nevado. Observado por un gato voyeur y burlón que ejecuta su particular road movie tal si fuera el propio director de la película. Brillantes las letras de las canciones, algunas tan sorprendentes y extemporáneas como la muerte de la reina Juana, utilizada además para intentar venderle su música -sin éxito, por supuesto- al boss de entonces de la música folk. Una muestra más de su permanente rebeldía. Magnífica la banda sonora en su conjunto y emocionante la voz del cantante. Una obra sin grandes pretensiones, quizás menor en su formato, pero una nueva demostarción de la esencia del cine de dos creadores en plenitud. Un 8.5.


"La vida de Adéle" de Abdellatif Kechiche. Es la historia del primer amor. No importa que en este caso sea homosexual. La película no es un alegato militante sobre el lesbianismo, ni siquiera una aproximación a la especificidad de esa forma de entender el amor. Va mucho más allá. Durante las tres intensas horas que el film dura, asistimos a la complejidad emocional del descubrimiento, a la plenitud del amor correspondido, al dolor inconsolable de la perdida... Es el recorrido vital de una adolescente que busca hasta ser una mujer que convive con la agridulce soledad del amor eterno, que por alguna razón es imposible. En el que para el espectador las sensaciones también llegan a ser físicas, en largas escenas sexuales que turban, pero en absoluto sobran. La boca de Adéle, su mirada, su risa, su llanto, como hilos conductores de sentimientos puros brotando en un primer amor absoluto, de los que marcan una vida. Buscar, encontrar, perderse, reencontrarse... La vida de una chica normal, en suma. Rodada con una sensibilidad especial, la de un tunecino que logra la entrega total de dos interpretes excepcionales. Y que consigue escenas como la del último encuentro en la cafetería, en las que el tiempo se alarga tanto en cada mirada que se siente en la butaca que lo observa. Brillante. Un 9 largo.